Científicos japoneses han puesto a punto el primer ADN artificial del mundo, posibilitando así el desarrollo de un bioordenador potencialmente capaz de representar la información a través de la reacción de moléculas orgánicas: en lugar de ceros y unos, la codificación se realizaría en función del estado de la molécula.
Aunque los bioordenadores son en la actualidad meramente teóricos, la cantidad de información que podrían almacenar sería un billón de veces mayor que la de un supercomputador convencional, mientras que la velocidad de cálculo podría estar un millón de veces por encima.
///Extraido de http://www.hispamp3.com/noticias/noticia.php?noticia=20080717075016 \\\